Porque nada queda oculto
Domingo 13 de Octubre de 2024
8 enero 2024 - 19:40
Robos calificados millonarios nunca antes vistos, robos en los allanamientos, adicionales ilegales, policías que pagan por no cumplir servicio, hurtos y estafas del combustible de los patrulleros, multas ilegales a los Jefes de dependencias, delincuentes traídos de afuera para robar en San Nicolás, robos y hurtos automotor, coimas a los tranzas, zonas liberadas, con una fiscalía inoperante, y muchos delitos más que Prensa Libre SN detallará durante toda la semana. Capítulo 1: “La saga”.
A mediados del 2023 San Nicolás comenzó a experimentar el desembarco de nuevos jefes policiales, el primero en arribar a la ciudad fue el comisario general Walter Mamani, quedando a cargo de la Superintendencia de Seguridad Regional Interior Norte II. Mamani, junto con el Segundo Jefe, comisario Mayor, Pedro Romano, venían de la Superintendencia de Seguridad Regional Interior I (Zárate – Campana), de donde fueron trasladados tras el hecho de robo calificado en la carbonería, en donde fue asesinado un efectivo policial.
El pasado 5 de enero, Mamani fue designado a la Superintendencia de Inteligencia Criminal de la Provincia, por lo que dejó la ciudad para ocupar un cargo mayor en La Plata.
A partir de la llegada de Mamani a San Nicolás, la cúpula policial local comenzó a ser reemplazada por personal que, en su mayoría, proviene de otros puntos de la provincia. Pasados casi dos meses fue reemplazado el comisario Inspector Germán Storch por el actual Jefe Departamental de la Policía de Seguridad de San Nicolás, comisario Inspector Marcelo Morales y él, con la anuencia de Mamani, fue quien dispuso el cambio de casi todos los titulares de las distintas dependencias policiales, excepto de Natalia Rojas, quien a pesar de acumular en su haber varias denuncias en contra por corrupción policial continúa intocable en su cargo casi con las mismas prácticas corruptas por las que fue denunciada.
En la Policía Local fue designado el comisario Marcelo Ibarra, quien asumió junto a su secretario Facundo Allendes. En la Comisaría Primera quedó como titular el comisario Andrés Caretta, y a partir de allí comenzaron las prácticas que fueron y son cuestionadas por casi todo el personal policial nicoleño. Como primera medida armaron un GTO (Grupo de Trabajo Operativo, comúnmente llamado servicio de calle) general que incluye a todas las dependencias y está a cargo del responsable de la Policía Local.
Ibarra, como titular de la Policía Local y haciendo alarde de su amistad con la fiscal Marcantonio y un instructor de la UFI Nº 1, Gustavo Telesco, una vez armado el GTO reunió a todos los servicios de calle de las distintas dependencias de San Nicolás. En dicho encuentro manifestó que la modalidad de trabajo local cambiaría y que todo pasaría por ellos. El segundo y principal mensaje que les dio a los efectivos fue que si había algo para repartir de la torta, sería entre todos. Esto no cayó bien entre varios de los presentes que empezaron a dudar de la verdadera finalidad del armado de dicho grupo que congregaba a los efectivos también en un chat común creado y nombrado por Facundo Allende como “Gabinete”.
El oficial Principal Allende, que no es oriundo de la ciudad, está destinado a la Seccional Judicial de San Nicolás con asiento en Roca y Garibaldi, sin embargo (a pesar de tener problemas con drogas y alcohol y estar señalado por algunos efectivos como el ideólogo y a veces autor material, en complicidad con delincuentes de otras ciudades, de distintos robos calificados en los que el botín fueron grandes sumas de dinero), no presta servicio en el lugar asignado por el Ministerio de Seguridad y se encarga de supervisar este grupo de tareas con total respaldo de los comisarios Ibarra y Morales.
Las prácticas ilegales que menciona Prensa Libre SN en esta nota, en su mayoría, están judicializadas. Aunque hay mucho más para contar, como por ejemplo, lo que debe pagar cada titular de las dependencias policiales al jefe Departamental Marcelo Morales. Los Destacamentos (Rojo, Coviccos, La Emilia, Conesa) le tienen que pagar al Jefe $ 30.000 mensuales; las Comisarías entre $ 800.000 y $ 1.000.000 cada 30 días, sin importar la procedencia del efectivo. Otro ilícito y el ultimo que se detallará en esta nota, es parte de lo que pasó en el Estadio San Nicolás cuando vino a jugar River contra Universidad Católica de Chile en septiembre de 2023. Para dicho partido llegaron entre los fanáticos 61 personas con impedimento de ingresar a la cancha, sin embargo, luego de negociaciones económicas con Mamani y Morales (millonario pedido de coima), todos pudieron entrar. El dinero fue entregado en mano y a través de la ventanilla de un auto a los jefes policiales por un barra de apellido Taboada, que se movilizaba en un vehículo de alta gama de color negro.
Lo mencionado ocurrió luego de que la barra de River pasara tres días en una propiedad situada en Bº Virgen del Rosario, la cual le pertenece a reconocido empresario nicoleño. Durante su estadía en la ciudad Los borrachos del tablón que llegaron en 9 colectivos, contaron con una exclusiva custodia de la Policía Bonaerense. No se puede dejar de mencionar a los trapitos y a los vendedores que los altos mandos policiales hicieron traer de otras ciudades para poder tener otro ingreso ilícito de dinero.
Este fue solo el Capitulo 1 de la saga de corrupción policial que Prensa Libre SN detallará durante toda la semana.