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La Justicia permitió que ATANOR reabra sus puertas luego de la intervención de varios organismos, entre ellos el CONICET.

Para determinar si se reabrirá o no en el lugar en el que hoy se emplaza, la Justicia aguarda que el CONICET lleve adelante una evaluación de riesgo ambiental que demandaría, al menos, seis meses.

Una nueva inspección judicial en la planta clausurada, arrojó que “uno de los aspectos más preocupantes” es la “formulación de insecticidas y fungicidas que la empresa identifica como ‘Planta Flubendiamide’, donde se pueden elaborar un gran abanico de peligrosos insecticidas y/o fungicidas, de hecho, allí se fabricaba el prohibido clorpirifos”.

La empresa esta clausurada por la justicia tras la explosión registrada meses atrás, también pesa sobre Atanor una sentencia anterior en la que se comprobó que “funcionaba ilegalmente”, por lo que se ordenaron una serie de medidas que fueron incumplidas.

El miércoles 10 de julio, los trabajadores de la firma clausurada por la Justicia volverán a pedir respuestas mediante una manifestación en la Plaza Mitre.

La organización ambientalista internacional vendrá el 26 de junio y marchará junto a los vecinos.

Vecinos marcharon este lunes y pedirán una nueva reunión con Santiago Passaglia en busca de respuestas.

Detectaron en el agua “residuos de agroquímicos provenientes de la actividad ilegal de Atanor. Diversas sustancias tóxicas se encontraron en el acuífero subterráneo “Puelches” que es el que se utiliza para extraer agua potable en nuestra ciudad”.

“El agua está envenenada”, expresó FOMEA al adelantar que un estudio arrojó contaminación “con distintos productos agrotóxicos”.

La ONG desmintió que la firma se haya paralizado por orden judicial, “es otra mentira más de la empresa”.