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Miercoles 10 de Diciembre de 2025
10 diciembre 2025 - 06:08
Lo hizo tras la posible elección de caños chinos para el gasoducto de GNL
La continuidad de la acería SIAT Tenaris, fundada en 1948 y ubicada en Valentín Alsina, quedó bajo seria amenaza luego de que Paolo Rocca, titular del Grupo Techint, advirtiera que podría “bajar la persiana” si el megaproyecto para construir un gasoducto destinado a exportar Gas Natural Licuado (GNL) desde Vaca Muerta opta por caños importados desde China. La empresa sostiene que su producción local los supera en calidad, aunque reconoce que sus precios son entre un 10% y un 25% más altos.
El proyecto en debate contempla un gasoducto de 480 kilómetros que conectará Vaca Muerta con la costa rionegrina de San Antonio Este, considerado uno de los desarrollos energéticos más relevantes del país. Según fuentes del sector, Rocca trasladó su advertencia a distintos despachos oficiales y calificó como “drástica” la posibilidad de que una obra argentina orientada a la exportación prescinda de la industria local. La planta de SIAT emplea entre 300 y 400 trabajadores y hoy produce tubos para el proyecto Duplicar Norte, aunque su continuidad quedará atada al resultado de la licitación en curso.
La adquisición de los caños forma parte del proceso impulsado por el Vehículo de Proyecto Único San Matías Pipeline, presentado al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). En la competencia participan proveedores de China, India, España, México, Colombia, Japón, Grecia y Turquía, mientras que la adjudicación será para el consorcio Southern Energy (SESA), integrado por PAE, YPF, Pampa Energía, Harbour Energy y Golar LNG. La definición se realizará exclusivamente por criterios de precio y competitividad.
La tensión escaló en noviembre tras el arribo a Río Negro de 5.000 toneladas de caños chinos revestidos en concreto destinados a tramos onshore y offshore del sistema del gasoducto San Martín. Ese embarque encendió las alarmas en Techint, que —según distintas fuentes— ofrece valores entre un 10% y un 25% por encima del precio internacional. La empresa atribuye la diferencia a estándares superiores de calidad, mientras que actores del sector energético advierten que cualquier sobrecosto puede comprometer proyectos cuyo margen de rentabilidad es extremadamente bajo.
En el mercado global del GNL, diferencias del 10% al 25% en el precio de los tubos pueden traducirse en hasta US$ 50 millones adicionales. Para que Argentina logre exportar GNL en condiciones competitivas hacia Europa, señalan que el costo desde Vaca Muerta hasta la costa rionegrina debe mantenerse por debajo de US$ 2 por MMBTU, lo que convierte al precio del acero en un factor crítico.
El proceso licitatorio también genera suspicacias por la composición accionaria detrás de Southern Energy. El consorcio será liderado por Pan American Energy (PAE), cuyo paquete accionario incluye a la petrolera estatal china CNOOC, situación que, según operadores del mercado, “agranda la sombra de Beijing” en la definición. Para Rocca, una adjudicación basada en insumos chinos implicaría perder competitividad ante proveedores asiáticos y resignar un cliente estratégico de escala internacional.
De cara al futuro, Southern Energy proyecta exportar entre 2,45 y 6 MTPA de GNL entre 2027 y 2028, con ingresos estimados en más de US$ 2.500 millones anuales. En paralelo, YPF avanza con socios internacionales en un megaproyecto valuado en alrededor de US$ 12.500 millones, cuyo inicio está previsto para 2029-2030.
En este escenario, el debate de fondo vuelve a tensar la relación entre Estado e industria: mientras Techint advierte por la pérdida de empleo y el retroceso de la producción nacional, sectores del ámbito energético sostienen que restringir la competencia por origen podría afectar la competitividad y comprometer la viabilidad de los próximos desarrollos de GNL en el país.
