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Jueves 05 de Diciembre de 2024
28 noviembre 2024 - 08:21
Camionero acusado de desviar el producto a un puerto seco de la localidad santafesina de Theobald. Los acusados son cuatro y llegarán a juicio por los delitos de asociación ilícita en concurso real con contrabando calificado, y por portación ilegal de arma de guerra y de uso civil.
El titular de la sede Fiscal Descentralizada de San Nicolás, Matías Di Lello, requirió juicio oral y público para cuatro personas acusadas de integrar una organización dedicada al sistemático robo y/o hurto, contrabando de mercadería y venta ilegal de fertilizantes, que eran sustraídos del puerto de esa ciudad y luego trasladados a un predio ubicado en la localidad santafesina de Theobald, donde eran revendidos en el mercado ilegal. Están imputadas por los delitos de asociación ilícita en concurso real con contrabando calificado, y por portación ilegal de arma de guerra y de uso civil.
De acuerdo con el requerimiento de elevación a juicio, los hechos que forman parte del objeto del proceso judicial fueron detectados el 17 de noviembre de 2022, cuando un camionero identificado como Claudio Esteban Oscar Bustos, a bordo de una unidad de la firma PTP Warrant SA y Transporte Del Sol Internacional Sudinter SA, fue sorprendido tras el hurto de fertilizante -urea, procedente de la República de Bolivia- dentro de la zona primaria del Puerto de San Nicolás. El producto era propiedad de la firma importadora LDC Argentina SA.
Según la secuencia reconstruida en la investigación, a las 22.50 el chofer ingresó con su camión a la balanza fiscal del puerto, tras lo cual se dirigió a la zona de carga, donde cargó 29.400 kilogramos de urea granulada, amparada por declaración sumaria y consignada a la firma importadora LDC Argentina SA.
Sin pasar el control ni realizar la destara -procedimiento para determinar el peso neto del cargamento- correspondiente, a las 1.51 del 18 de noviembre egresó de la zona primaria e ingresó a territorio aduanero. Allí tampoco tramitó la autorización de retiro de la mercadería, ya que evitó el control físico y el pesaje. Según la documentación, el peso que cargaba representaba el 2,51 por ciento de fertilizante acopiado en el puerto.
Puerto seco
Luego, el camionero trasladó el fertilizante hasta un predio ubicado a la altura del kilómetro 238 de la Ruta Nacional Nº9, en la intersección con un acceso a Theobald. El titular de esa propiedad se encuentra prófugo. Allí aguardaban la llegada del camión Matías Nicolás y Maximiliano Gabriel Landolfi y de José Gabriel Valle, para descargar el fertilizante.
Sin embargo, a las 3.00 del mismo día el chofer regresó al Puerto de San Nicolás a bordo de la misma unidad, estacionó en el sector Cava Sur y solicitó cargar el material que ya había transportado -sin registración- casi dos horas antes. Cuando un vigilador advirtió la maniobra, le prohibió salir. Entonces se bajó del camión, caminó por el playón y se subió a una unidad de Sudinter SA conducida por otro chofer, que lo alejó del puerto a las 4.09.
Al valorar todos los elementos reunidos en la pesquisa en la pieza acusatoria, el fiscal Di Lello indicó que “existió un acuerdo delictivo previo” entre los imputados, pues los tres sujetos que actuaban en el predio “se hallaban en conocimiento de la maniobra que iba a realizar en forma previa” el camionero.
La intervención de la fiscalía federal a cargo de Di Lello se inició a raíz de la denuncia efectuada por un apoderado de PTP Warrant SA, quien expuso que el empleado Claudio Bustos “sustrajo el camión con la carga de urea desde las instalaciones del Puerto de San Nicolás, de acuerdo a los relatos de los encargados del operativo, mientras descargaban la barcaza ACBL 690 y cargaban el camión AE886HV batea Nº AB105OP, propiedad de PTP, no lo pesó en la balanza de salida, evadió el control, inhibió el rastreo satelital o bien lo descompuso y volvió luego de algunas horas con el camión completamente vacío y se dio a la fuga”.
En el marco de la investigación, se ordenaron tareas tendientes a identificar el predio de Theobald, donde se observó el ingreso de distintos medios de transporte. La Delegación de Inteligencia Criminal e Investigaciones de la Prefectura Naval de San Nicolás informó que el lugar sería “una fachada al solo efecto de descarga y carga de mercadería de procedencia ilegal provenientes de diferentes comercios y empresas, donde se facilitarían las instalaciones para el trasbordo de un vehículo a otro para seguir un destino final”.
El camino recorrido por la investigación
Luego de las medidas que solicitó el fiscal, el juez federal de San Nicolás, Carlos Villafuerte Ruzo, ordenó el allanamiento del predio de acopio de la mercadería y del domicilio particular del camionero, donde se incautaron cinco teléfonos celulares, una planilla con anotaciones de viaje y un recibo de la empresa Transporte del Sol Internacional Sudinter SA, entre otros elementos de interés.
En el procedimiento realizado en el predio se constató la presencia de Matías Nicolás y Maximiliano Gabriel Landolfi, y de José Gabriel Valle, quienes fueron detenidos en el momento. También se halló documentación, un cuaderno con anotaciones relativas a valores de gasoil, nafta y alcohol y a compras, 340.000 pesos en efectivo, un contador de billetes, motobombas a explosión y grabadoras de los registros fílmicos de las cámaras de vigilancia del predio.
En un galpón, la Prefectura Naval encontró dos tambores de 200 litros y un tambor de 1000 litros que contenían nafta, en un total aproximado de 1400 mil litros; dos recipientes de 1000 litros que contenían un total aproximado de 1150 litros de gasoil (sin documentación); bombas electrónicas; y un batan móvil para combustibles líquidos con capacidad de 1500 litros.
También hallaron once tanques de 24.000 litros de capacidad cada uno, más otros tres de 10.000 litros cada uno unidos con cañerías de fabricación casera, los cuales se hallaban cargados con fertilizante líquido (UAN) en un total de 298.000 litros, sin documentación respaldatoria que acredite su origen.
En otro sector encontraron fertilizante sólido, dispuesto en 6 bolsones de aproximadamente 2.000 kilogramos cada uno, abiertos en la parte superior, que contenían fertilizante granulado sólido blanco; y 400 bolsas de 50 kilogramos cada una, cerradas, con fertilizantes con inscripciones Macro Fértil, PAM 11-52 granulado, YPF Ferretería La Unión y Vifert Urea granulada.
Los agentes de la Prefectura también hallaron nueve bolsas plásticas que contenían un producto identificado como “peligroso para el medio ambiente”; 1800 envases de bolsas de 50 kilos, parte de las cuales se hallaban con fertilizante a medio completar; una balanza de pie electrónica; una máquina de coser; y otras 45 bolsas embaladas y selladas que contenían fertilizante.
En el procedimiento se constató que los miembros de la organización portaban armas sin autorización: un revólver calibre 38 milímetros corto, una pistola de puño color plateada modelo HP 22 milímetros, ocho proyectiles calibre 9 milímetros, tres de calibre 40 y cinco calibres 38, que al momento del allanamiento estaban en poder de Valle, ocultas en una carpeta.
Durante el allanamiento al predio de Theobald, la Prefectura encontró once tanques de 24.000 litros de capacidad cada uno, más otros tres de 10.000 litros cada uno unidos con cañerías de fabricación casera, los cuales se hallaban cargados con fertilizante líquido (UAN) en un total de 294.000 litros, sin documentación respaldatoria que acredite su origen.
Autos, camiones y acoplados
En el procedimiento también se secuestraron un auto Chevrolet Cruze, dos Fiat Duna, un BMW 320 sin documentación, un Audi A4 sin documentación y un Volkswagen Gol GLI 1.8, una moto Honda Tornado 250 sin dominio ni documentación, y tres camiones: un Volkswagen Devol 17-220 con equipo cisterna, un Scania 112 con equipo cisterna, ambos aparentemente cargados con fertilizante líquido y cerrados con llaves, y un camión Volkswagen con acoplado vacío.
También se secuestró un utilitario Volkswagen Saveiro; una camioneta Ford Ranger; un carro batan de color verde oscuro; un vehículo Fiat Siena dominio BNF 195; una batán; y dos acoplados.
Durante el procedimiento, personal de la Aduana de San Nicolás tomó muestras del fertilizante granulado hallado en el lugar a los fines de constatar si era de la misma especie y calidad a la denunciada por contrabando.
El secuestro de efectos también incluyó picadura de marihuana (aproximadamente 100 gramos), hecho respecto del cual se declaró posteriormente la incompetencia territorial y se remitieron las actuaciones al fuero federal de la ciudad de Rosario.
“De contado apenas descargás”
En el marco de la investigación, la Aduana precisó que la muestra del fertilizante obtenida del predio era de la misma especie, calidad y clasificación arancelaria a la denunciada. Por su parte, la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC) informó que ninguno de los acusados estaba registrado en ninguna de las categorías como legítimos usuarios ni estaban autorizados a portar armas de fuego.
Al describir las evidencias, el fiscal Di Lello recordó que, según datos oficiales, el predio de Theobald no se encuentra habilitado para ninguna actividad comercial, mientras que los relevamientos del Servicio de Catastro e Información Territorial de Santa Fe confirmaron la titularidad del inmueble a nombre de un imputado que se encuentra prófugo.
En los peritajes a la línea telefónica de uno de los acusados surgieron fotografías y conversaciones en la aplicación de WhatsApp que corroboran los hechos. El contenido refiere a la entrada y salida de camiones del predio de Theobald, a cargas y descargas de diversas mercaderías, entre ellas urea, gasoil, sulfan, nafta y herbicidas; y a formas de pago, como uno de los mensajes que indica “de contado apenas descargas”.
Al valorar todos los elementos reunidos en la pesquisa en la pieza acusatoria, Di Lello indicó que “existió un acuerdo delictivo previo” entre los imputados, pues los tres sujetos que actuaban en el predio “se hallaban en conocimiento de la maniobra que iba a realizar en forma previa” el camionero, a quien “esperaron en Theobald para descargar la mercadería objeto de contrabando”. Precisó que “de ello da cuenta el breve lapso transcurrido entre el egreso de Bustos del puerto de San Nicolás hasta su reingreso el mismo día (alrededor de las 3), tiempo en el que pudo trasladarse hasta Theobald (a 20 kilómetros de distancia), descargar la urea sustraída y regresar”.