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Martes 18 de Marzo de 2025
25 junio 2017 - 01:19
Entre retratos de intendentes del pasado, entre antiguos mapas de los hacendados nicoleños, entre una historia oficial y los viejos gritos de la segunda industrialización; el escritor nicoleño Gustavo Ng presentó su libro “Mariposas de Otoño”.
Entre retratos de intendentes del pasado, entre antiguos mapas de los hacendados nicoleños, entre una historia oficial y los viejos gritos de la segunda industrialización; el escritor nicoleño Gustavo Ng presentó su libro “Mariposas de Otoño”.
El Museo de la Ciudad, el viernes por la noche, recibió a medio centenar de asistentes para la presentación de un libro en el que se destaca la historias de los hijos de un chino que vino a San Nicolás a la instalación de la fábrica Estela.
En el libro “Mariposas de Otoño” aparece la ciudad y los nicoleños como testigos de una historia de una treintena de chino que en la década del 50 llegaron desde Honk Kong a instalar la industria textil en la zona norte.
Gustavo Ng acompañado de su editor y amigo, Camilo Sánchez; y de amigos de la infancia nicoleña, narró las historias que componen este primer volumen. No debemos olvidar que Ng hace unos meses atrás presentó “Horoscopo Chino” con más de seis mil ejemplares vendidos. “Los chinos que vinieron con mi papá a San Nicolás no tenían ni idea de dónde quebadaba la Argentina. Puedo contarles que les dijeron que iban al sur de américa; y algunos de ellos creían que iban al estado de Texas o Alabama que estaba al sur pero de los Estado Unidos”.
Las palabras de autor se entrelazaban en historias de dos continentes: Asia y Latinoamérica.; de culturas que parecen tan distantes pero que a la hora de convertirse en historias son tan humanas y tan próximas.
Gustavo Ng explica, por su parte, que “en ‘Mariposa de Otoño’ quiero contarle a los nicoleños de los años que estuve lejos de mi papá, de cómo al final fui a verlo, en una Navidad congelada en Nueva York, de cómo eso terminó impulsándome a la tierra de mi padre y mis ancestros, China, y de cómo mi mamá se alegró de todo eso. Pero entonces mi mamá murió, y quise contar también de su muerte, de su vida, de cuánto la quiero y de los días que pasé solo con mi papá cuando fui a decirle en persona que mamá había muerto”.