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Miercoles 06 de Agosto de 2025
5 agosto 2025 - 20:00
El acuerdo establece un aumento del 7,6% para el período de abril a agosto, distribuido en cinco cuotas mensuales y cinco pagos fijos no remunerativos
Después de un proceso de negociaciones que se extendió por dos meses, el Gobierno reconoció finalmente el acuerdo salarial alcanzado entre la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y la mayoría de las cámaras empresariales del sector metalmecánico, el cual fue firmado el 4 de junio. La homologación del acuerdo fue realizada por la Secretaría de Trabajo, que forma parte del Ministerio de Capital Humano, a pesar de las objeciones políticas del oficialismo libertario, que se oponía a su aprobación debido a que excedía los límites salariales establecidos por el ministro Luis Caputo.
El acuerdo establece un aumento del 7,6% para el período de abril a agosto, distribuido en cinco cuotas mensuales (3,3%, 1,2%, 1,1%, 1% y 1%), además de cinco pagos fijos no remunerativos: $30.000 en abril y $25.000 en cada uno de los meses siguientes. Aunque la cámara pyme CAMIMA no firmó el acuerdo, se estima que el 80% de las empresas del sector ya lo están implementando.
La semana pasada se llevó a cabo una reunión crucial entre funcionarios del Gobierno, directivos de CAMIMA y representantes de la UOM. A pesar de los avances, nuevas exigencias empresariales y disputas internas dentro del sector privado retrasaron la homologación. Este conflicto, que ha sido más político que legal, se resolvió gracias a gestiones de la CGT y la presión ejercida por el gremio metalúrgico.
Simultáneamente, la UOM ha denunciado un proceso de desindustrialización como resultado de la apertura a las importaciones y el cierre de pequeñas y medianas empresas. El dirigente Abel Furlán celebró la reciente inversión de la empresa Sidersa, pero advirtió que muchos empresarios prefieren importar productos en lugar de invertir en sus fábricas.
En declaraciones a Bloomberg Línea, Furlán alertó sobre un aumento del 60% en las importaciones de metales provenientes de China durante el primer semestre de 2025, lo que facilita la entrada de productos terminados y agrava la crisis de las pymes. “La actividad cae y las pymes cierran”, enfatizó.
En cuanto a la política de precios y el tipo de cambio, Furlán cuestionó la posibilidad de una nueva devaluación, proponiendo en su lugar una corrección de los precios relativos. Afirmó que los altos costos internos impactan en toda la cadena productiva: “Hoy es más barato comer en París que en Argentina”.
Por último, Furlán advirtió sobre la falta de una política nacional frente al avance de la inteligencia artificial. Señaló que China concentra el 46% de los empleos generados por esta tecnología, mientras que en Argentina no existe una agenda para abordar este fenómeno. En este contexto, insistió en que sin planificación ni inversión, el país seguirá perdiendo capacidad industrial y quedará rezagado en el escenario global.