Porque nada queda oculto
Lunes 26 de Mayo de 2025
10 abril 2023 - 09:08
El periodista y escritor Lucas Andrín, publica el quinto libro de su autoría, compuesto por crónicas de historias reales y demás géneros de la literatura.
Por Javier Tisera para Revista Flop. Fotografía: Nacho Cánepa.
El periodista y escritor Lucas Andrín, publica el quinto libro de su autoría, compuesto por crónicas de historias reales y demás géneros de la literatura. La presentación del libro tendrá lugar el sábado 6 de mayo, en el AME Anexo Mágico Espacio, Recrearte – Pandi de la Ciudad, con dirección en calle España 475. Durante la puesta en escena diferentes artistas recrearan la temática del libro a través de, la danza, la música, la actuación, la poesía y la literatura.
¿A qué se debe el título del libro La pequeña Paris?
Es una suerte de ciudad onírica, cruzada de historias, de héroes y heroínas anónimas, que existe en cualquier ciudad del mundo. Y lo de París a que desarrollé algunas lecturas con autores que hacían referencia a París como la ciudad de la bohemia. Cuando comencé a buscar historias, el objetivo era buscar el sentido de la bohemia en la geografía que me toca vivir, pero no encontré tipas y tipos envueltos en los bríos de la aventura, sino que por el contrario, bastante derrotados y envueltos en contradicciones que no responden a la moral cristiana. Igualmente no es un libro regionalista, ni soy adepto al paisajismo, ni creo en eso de que “pinta tu aldea y pintaras el mundo”, vengo de la cultura rock, persigo lo hermenéutico.
¿Cómo está compuesto el libro?
Hay tres grandes ejes, el infierno, el purgatorio y el cielo, por los cuales atraviesa un poeta que se hace llama “el negro París”, y deja un poema escrito en cada portal. Lo componen textos de diferentes géneros, de los cuales la crónica de historias y personajes reales son el grueso del universo, después hay poemas y relatos, y una suerte de ensayos rítmicos que funcionan como una suerte de “maquillaje”, para darle forma a la ciudad y reforzar conceptos. “El libro tiene algo de periodismo y algo de literatura, donde por medio de las historias y demás textos, aparecen los temas universales: el amor, la muerte, la amistad, el bien y el mal, los vicios, la política etc…”
¿Cuáles son algunas de esas historial reales?
Desde un tipo que jura haber conversado con el diablo, hasta una vidente que tuvo contacto con extraterrestres, un carnicero que le robó el botín a Passarella dando la vuelta olímpica con el seleccionado campeón de 1978, una cartonera que hizo un libro con 1001 fotos sin repetir con el rostro de Néstor Kirchner, la aparición de una virgen que cambió para siempre la vida de una ciudad, la relación de un hombre con su asesinado después de muerto, y así un par más.
¿El libro es una recopilación de varios años de trabajo?
La idea o el concepto empezaron a amasarse allá por el año 2009, no sé cómo ni por qué un día empecé a jugar con ese concepto. Después existía una revista cultural llamada «El libertador», la cual se movía entre el periodismo y la literatura, pero pensado la actividad cultural de la ciudad. En uno de sus números el dueño de la revista, Daniel Luchina, cita en la editorial el concepto de “la pequeña Paris”, como sinónimo de ciudad cultural.
También Adrián Demichelis dio uso al concepto, después los tomaron otres, y antes que en el papel ya existía en el boca a boca, allí se me ocurrió entonces armar un universo que comenzó a tomar forma, en las páginas de una revista virtual de periodismo y literatura llamada «La olla», simultáneamente hicimos algunas puestas en escenas en bares, donde leíamos textos y tocaban músicos y participaban actrices, y años después surgió la idea de sellar ese concepto en un libro.
¿Te tiene conforme el trabajo?
Por un lado uno personalmente siempre siente que algo le falta, pero esa carencia es sana, es lo que te hace seguir buscando, leyendo, escribiendo. Por otro lado sé que las historias son entretenidas y que las escribí como a mí me gustaría leerlas. Además los filtros de corrección desde los diferentes planos de la escritura me dan una seguridad, y acá debo agradecer al profe Darío Valenzuela y a Cristina Martini. También el arte de tapa del Mauricio Pedrouzo y el “Colo” Cossy, que es mortal, donde también participaron la artista plástica y diseñadora Hachman, el diseñador “Flaco” Mattevi y el periodista y cineasta Juan García, sumado al diseño de la editorial, lo vuelven un libro sólido, eso está bueno.
¿Cómo será la puesta en escena o presentación del libro?
Participaran actores como el Colo Pascale, Carolina Ríos Finelli, el músico y maestro Miguel Neiret, poetas y poetizas, Carolina Quiroga, Adrián Demichelis, Javier Tisera, Maximiliano Rubiola, más la gente que tiene que estar detrás, Gabriel Davini, Jere Pedrouzo, Oskar Cabaña. Vamos a contar también con la presencia estelar del poeta Javier Ramponelli, un poeta rockero que vive en la Capital y ha hecho sus buenas migas, con “los salieris de Mario”, como llamamos al grupo que hacemos estas puestas en escena y la literatura nos convoca.
Será una suerte de recreación del universo, utilizando varias ramas del arte, lo que escribo siempre está pensado como guiones o para la oralidad, me aburren soberanamente las presentaciones de libros, donde hay gente leyendo y nada más.
“La presentación será en el Centro Cultural del Jardín Pandi y el Colegio de la ciudad, el día sábado 6 de mayo, a las 20 30 horas en calle España 475, donde habrá bufet para quien guste quedarse a compartir, el lugar está pensado como un teatro, es un espacio bellísimo y vital para la ciudad.”
¿Por qué firmas como Pelíkano?
Porque el ejercicio de vivir de los pelícanos se parece al de la creación. Los pelícanos comen hasta descomponerse, luego se van a un lugar en ruinas o a un río o mar solitario porque caen presa de una suerte de melancolía, se inclinan sobre el agua y se dejan llevar por la corriente, vomitan, hasta que se sienten mejor y vuelven a lo mismo. La poesía sobretodo es una explosión o una suerte de accidente del inconsciente, que al menos a mí me deja algo devastado de sensaciones psicofísicas como cuando tenés una pesadilla y la sentís en el cuerpo, hasta que vomito en el papel y ya me siento mejor.
Te veo también muy activo en las redes sociales.
Al instagram lo uso como una suerte de borrador, porque cuando subís textos o poemas, el hecho de estar publicados y la fantasía que otro lo está leyendo, ya te cambia la perspectiva y te hace corregir sobre la marcha. Con respecto a mi imagen, prefiero que se lea y se divulgue lo que escribo, más que esta carita, además no tengo una reputación o “el éxito” que el mercado necesita, para que vean mi cara y compren o consuman mi literatura.
¿Por qué decís que es una fantasía que el otro esté leyendo tus cosas?
Porque a ciencia cierta uno no sabe si tiene una comunidad de lectores real, hay que decirlo: reaccionan los amigos y gente que te idealiza, andá a saber si leen, los “me gusta” son casi un ejercicio automático.
Pero tenes varios seguidores fieles que son de otros países, incluso Europa.
Eso es cierto, espero pegar algún viajecito un día, un Pelíkano en Europa, ¿Qué tal?
¿Expectativas para esta próxima publicación?
Que mi hija vea que papi no chamuya, que algunas horas de ausencia y la mala salud tienen un por qué, ya que en lo personal (y no me jacto de esto, no sé hasta donde no es una miseria confesada) no se puede ser indiferente a los dolores de la gente, de hecho es la materia maleable de la creación, sobre todo cuando uno anda metido en cárceles, en villas y barriadas.
¿Cómo que andas metido en cárceles y en villas y barriadas?
Trabajo en el Comité Contra la Tortura de la Comisión provincial por la memoria, en materia de Derechos Humanos y soy militante del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), de la patria cartonera que le llamamos.
Esa no la sabía.
Viste, eso no lo pongo en Facebook, soy más que una cara bonita (risas)
¿Estás trabajando en demás libros?
No me queda otra, estoy con un libro de poemas en prosa La casa de los insectos, otro de verso libre Los versos del Pelíkano y una novela La máscara, después hay cosas sueltas y por la mitad. Igualmente es hora de pensar en renovar la biblioteca, justamente para seguir escribiendo.