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Martes 16 de Diciembre de 2025
16 diciembre 2025 - 11:31
El Gobernador de la Provincia de Buenos Aires afirmó que la “modernización” de la que habla Milei implica “volver atrás”
El gobernador bonaerense Axel Kicillof expresó su preocupación por la situación económica que atraviesa el país y cuestionó con dureza el plan impulsado por el Gobierno nacional, al que responsabilizó por el endeudamiento de las familias y las dificultades para afrontar los gastos básicos cotidianos. En ese marco, confirmó que el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), que conduce, acompañará el próximo jueves 18 de diciembre la medida de fuerza con movilización convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT) contra el proyecto de ley de presunta flexibilización laboral.
En diálogo con el programa Rayos X, por Radio 10, el mandatario se refirió a la aparente falta de reacción social frente a los aumentos en servicios y alquileres y al congelamiento de los salarios. Al respecto, sostuvo que confluyen factores “muy complejos combinados, del orden de la sociología, la psicología”, que se expresan en la percepción de una baja de la inflación “que no es tanta”.
Kicillof analizó que existen recetas conocidas para desacelerar los precios, pero con costos sociales elevados. “Hay una receta que baja la inflación sin lugar a dudas: atrasar el dólar, abrir las importaciones masivamente, bajar salarios, bajar jubilaciones, caída de la demanda”, explicó, y advirtió que, con una inflación del 2,5%, los aumentos no se trasladan a precios en un contexto de mercado abierto de manera indiscriminada. En ese sentido, criticó al presidente Javier Milei por “abrir el mercado estúpidamente”, lo que, según indicó, genera excedentes de productos y un deterioro acelerado de la economía real.
El gobernador también afirmó que no se observan mejoras en la vida cotidiana y denunció una fuerte deuda del Gobierno nacional con las provincias. “No se está viendo ninguna mejora, está muy complicada la economía cotidiana y la gestión. Milei nos debe una montaña de plata a nosotros y a las otras provincias”, señaló, y precisó que la deuda ascendería a “13 billones de dólares entre jubilaciones, educación y obras frenadas”, una situación que, a su entender, demandará años para resolverse.
Sobre el vínculo entre los mandatarios provinciales, Kicillof indicó que mantienen contacto permanente y reveló la existencia de “un grupo de WhatsApp”, donde se intercambian opiniones que “no es lo que publica la prensa”. Según planteó, la gravedad del escenario obliga a coordinar posiciones entre gobernadores y remarcó que “no podemos sustituir un gobierno nacional que deserta de sus funciones o que intenta asfixiar a quienes no piensan igual o a los que piensan igual también”.
En relación con la reforma laboral que impulsa el Ejecutivo nacional y que busca aprobar antes de fin de año, el mandatario bonaerense cuestionó el procedimiento y el contenido del proyecto. Señaló que se trata de una iniciativa extensa, con 197 artículos, que “el Gobierno no la consultó ni con Pymes, ni con trabajadores”, y advirtió que “si piensa que va a aprobarla así, en shock, está muy equivocado”.
Finalmente, Kicillof sostuvo que la propuesta incluye numerosos aspectos ajenos a los contratos de trabajo y alertó sobre posibles consecuencias negativas. Además, criticó el concepto de “modernización” que plantea la ley: afirmó que “nunca estuvo peor puesto”, ya que, lejos de representar un avance, implica “volver atrás con muchísimos elementos que se plantearon varias veces en Argentina”. A su entender, sería necesario debatir nuevas modalidades laborales y abordar el problema de la informalidad, que consideró agravado durante la gestión de Milei, para que una discusión de esa magnitud pueda aportar algo positivo.
