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Miercoles 02 de Julio de 2025
1 julio 2025 - 13:23
En tanto, el 56% de los hogares destina más de la mitad de sus ingresos mensuales a cumplir con sus compromisos financieros
El endeudamiento de los hogares argentinos sigue en aumento, con un número creciente de familias recurriendo al crédito para cubrir gastos esenciales como alimentos. Según el último informe de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), la morosidad en los préstamos a personas físicas aumentó en febrero, subiendo 0,02 puntos porcentuales y alcanzando el 2,9%. Este incremento representa un aumento acumulado de 0,3 puntos en comparación con el año anterior. Las tarjetas de crédito fueron el segmento que registró el mayor aumento en la morosidad.
Estos datos son corroborados por el último Informe de Bancos del Banco Central, que señala que en marzo la morosidad en tarjetas de crédito alcanzó el 2,8%, su nivel más alto en tres años. En cuanto a los préstamos personales, la morosidad superó el 4%, marcando el nivel más elevado en nueve meses. Esta situación indica una tendencia sostenida de dificultades para cumplir con los pagos, especialmente entre los hogares de ingresos medios y bajos, que enfrentan mayores obstáculos de acceso y tasas más elevadas.
Un análisis del Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE) revela que el 58% de las deudas contraídas con tarjetas de crédito están relacionadas con la compra de alimentos, lo que refleja cómo las familias utilizan el crédito para satisfacer necesidades básicas. Durante 2025, el 15% de los hogares contrajo nuevas deudas, mientras que el 12% continúa arrastrando obligaciones desde 2023 o antes, lo que sugiere un endeudamiento persistente y difícil de cancelar. Además, el 65% de los hogares tiene entre dos y tres préstamos activos, el 23% mantiene solo uno y el 12% acumula más de tres deudas, lo que representa un aumento de cuatro puntos en comparación con el año anterior.
El peso de las deudas sobre los ingresos también ha aumentado, con el 56% de los hogares destinando entre el 40% y más del 60% de sus ingresos mensuales a cumplir con sus compromisos financieros, lo que indica un deterioro significativo en comparación con 2024. Un factor clave en esta situación es el alto costo del crédito para los consumidores. Un relevamiento realizado por Ámbito en entidades financieras muestra que, en bancos públicos, los préstamos personales tienen un Costo Financiero Total Efectivo Anual (CFTEA) de hasta el 140% para clientes y de hasta 160% para quienes no lo son.
En los bancos privados, el CFTEA puede llegar al 199,35%, cifra que supera considerablemente el ritmo actual de inflación. Esto pone de manifiesto una desconexión entre la política monetaria, que busca reducir la inflación y las tasas de referencia, y las condiciones reales que enfrentan los usuarios. Hasta ahora, los bancos no han trasladado la baja de tasas al segmento de créditos personales.
Los sectores de ingresos medios son los más afectados por esta situación, sin señales claras de recuperación en el consumo. Un estudio de Shopper Day 2025 indica que en los hogares de menores ingresos solo el 5% de las categorías de productos muestra crecimiento, mientras que en los niveles medio y alto ese porcentaje asciende al 79%. Esto evidencia un mercado de consumo cada vez más fragmentado y desigual.