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El cine de una ciudad sin cine.

5 septiembre 2020 - 10:16

Directores nicoleños han participado desinteresadamente de la Feria del Libro y representan a la ciudad en todos los festivales y concursos, a pesar de que no tienen financiación ni apoyo.

Hace más de una década cerró la última sala de exhibición de películas comerciales en la ciudad de San Nicolás: El Multiplex de calle Alvear 28. Su desaparición estuvo marcada por diferentes razones: entre ellas que la ciudad le dio la espalda y lo dejó a su suerte. Con su desaparición se benefició comercialmente el cine del shopping de Rosario; y obligó a abrir espacios no convencionales (por ejemplo instituciones con salones, librerías o escuelas) para poder disfrutar de cine alternativo o de culto.

Hijos de este apagón del cine son los nuevos directores que crecieron sin sala o viajando a ver cine comercial. Pero con una consigna importante: hacer cine en una ciudad sin sala de cine. Y es así, con la influencia de directores con más experiencia como Nicolás Ballistreri, empezaron a recorrer el camino de la producción de cine. Y hoy, San Nicolás es una de las ciudades bonaerenses que, con una veintena de directores, produce un cine que ha conquistado premios y prestigio para este arte local.



Nicolás Ballistreri es uno de los directores más prolíficos y tiene la impronta del lugar donde aprendió a amar el cine: la mítica Escuela de Cine de Santa Fe. A quien se acerca le gusta decir que la producción de cine en San Nicolás “está bárbara. Porque todos los que hacemos cine en San Nicolás lo hacemos del hondo bajo fondo y sin un mango. Con tecnología donde nos falta todo, donde lo atamos con alambre; donde ponen su esfuerzo desde el director, los técnicos y los pobres actores que se traen el almuerzo, el mate o los bizcochos. Ése es el ambiente del cine de San Nicolás; no hay otro. Después en la pantalla aparecemos todos muy lindos, las historias y la producción para el público son hermosas; pero la verdad es otra. Y esa realidad le da un valor inigualable”- así es la mirada del director del sainete “El amor de la Estanciera” estrenado el año pasado.



San Nicolás en el 2018 conmemoró los cincuenta años de cine. Desde aquel film de Juan José Luciano “Matar un chico”; pasando por aquel Grupo Aleph que filmó “El hombre del Primer Piso” dirigido por Ricardo Morteo hasta esta realidad. Juguetes Perdidos, una tribu cultural a cargo de Sebastián Tambutto hizo el homenaje al cine local (https://www.youtube.com/watch?v=V47q7nKIUK4) en un cortometraje.

Marcelo Echaniz (Productora Un Ojo Rojo) tiene su oficina en una galería de la década del 60. Está ubicada en pleno centro comercial de los nicoleños. Caminar hacia su lugar de trabajo; es un viaje en el tiempo. El silencio manda y se respira una tranquilidad que no es común en las calles céntricas de San Nicolás.

“San Nicolás es una ciudad de muchos directores per cápita. No sé si el público es mucho; lo que sí sé es que la producción de cine es alta por año. Por ejemplo, nosotros estamos esperando el levantamiento de la pandemia, para continuar la filmación de “Hong Kong” un thriller basado en hechos reales. Cada vez que vamos afuera, a un concurso o a una exhibición, se sorprenden de la cantidad de material cinematográfico que se produce en San Nicolás. Y se sorprenden porque es un cine que se hace por prepotencia del equipo; porque no contamos con apoyo de ningún tipo, ni privado ni estatal”-asegura Marcelo Echániz.



Los directores en las entrevistas coinciden que en San Nicolás hay una pulsión de narrar historias por lo que no es ajeno el número de cineastas, de grupos independientes de actores, músicos y de escritores. Algunos lo atribuyen a su perfil fabril y de migración interna; otros a condiciones que se fueron dando con el desarrollo económico del siglo XX.

Sebastián Tambutto (Juguetes Perdidos) apasionado por el cine, alguna vez tuvo su tradicional casa de video en Lavalle y 9 de Julio desde donde organizaba muestras de cine. Crítico de cine, con pasión, se lanzó a dirigir. Una de sus producciones el docudrama “El Aire y la Nostalgia” llegó a Cannes a la sección no competitiva.



“Creo que se incrementó la producción local por varios motivos. Una de las razones es el acceso a la tecnología y la baja de costos de lo digital al celuloide de antaño. Las cámaras más accesibles hicieron que se democratizara la producción de imágenes. La aparición del celular también facilitó el acceso a la realización. Y, por otro lado, muchos jóvenes de nuestra ciudad empezaron a estudiar cine, y otros, más empíricos empezaron a mezclarse en las producciones y aprendieron”- comenta Tambutto que pasó por todas las instancias, desde crítico a jurado en Concursos internacionales.

Un aviso en las redes: En el marco de los actos celebratorios por su 155 aniversario, la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos organiza para este fin de semana una doble función de cine, con proyección de películas que se encuentran en cartelera de las principales salas del país. El cine en San Nicolás se exhibe en diferentes salones de instituciones o de librerías (El Buen Libro) o escuelas públicas y privadas. Los responsables políticos de la ciudad nunca quisieron la instalación de un Punto INCAA.



Marisa Sansalone comenzó su camino cinematográfico con un papel en la película dirigida por Lucas Giuggia “Una rosa sobre el piano”. Y más tarde dirigiría “El Lapidario” (2011) que logró algunos premios y fue exhibida por la Televisión Pública. Filmó una serie de cortos que se ganaron el afecto del público en Youtube. Y el año pasado, estrenó su último largometraje “La Mujer sin Lágrimas”.

“Creo que la producción de cine en San Nicolás es enorme; tomando en cuenta que es una ciudad chica y hay casi veinte realizadores. Y supongo que creció tanto en los últimos años por un efecto rueda: la gente de SN demostró que acompaña y consume cine local (además de participar en las producciones, colaborando, actuando o facilitando instrumentos), y eso incentiva a que sigamos realizando cinematográficamente”.



El cine de San Nicolás a pesar de ser uno de los más premiado por sus producciones no tiene un apoyo ni del Municipio, ni de la provincia y mucho menos de la Nación. Las producciones se han exhibido en los trenes sanitarios de la provincia; los directores han participado desinteresadamente en la Feria del Libro siguen representando a la ciudad en todos los festivales y concursos, a pesar de que no tienen financiación ni apoyo

Juan García egresado de la Carrera de Cine de Rosario y de Comunicación Social en el ISFT Nº 178, hace poco más de un año estrenaba su opera prima “Noches Góticas” en el Auditorium Municipal. “Las producciones audiovisuales nicoleñas que son filmadas de forma absolutamente independientes, que a su vez llevan como mínimo dos años en poder realizarse, muestran una unión muy importante que ayudan a crecer el arte del cine a nivel local. Gran parte de ese logro se debe a la unión de los directores de cine nicoleños con los actores independientes que son capaces de brindar sus talentos para dar vida al material audiovisual”.

Desde «Matar a un niño»(Juan Jose Luciano-1968) hasta «Regreso»(Diego Amoedo-2020- serie web filmada en cuarentena), el cine nicoleño fue creciendo y dando testimonio de la cultura local. El Canal 2 (Cablevisión) de San Nicolás ha sido un vínculo entre el cine local y el público; como así también los Ciclos de Cine de Siderar, o las diez ediciones de la Muestra Internacional no competitiva “Otros Cines” organizado por Juguetes Perdidos.

Pablo Javier Rozadilla es oriundo de uno de los pueblos del partido de San Nicolás: Conesa. Afincado en San Nicolás y director de la aún no estrenada en sala “Corleonízame , el sueño de Simón Bermúdez” que sí se exhibió dos veces en Youtube por la cuarentena y alcanzó más de tres mil visualizaciones en su primera emisión.

“Yo hago cine amateur; no estoy desmereciendo ni le bajo el precio; lo digo porque el método y la producción es anterior al cine industrial. El cine nicoleño ha experimentado una expansión considerable, que también habrá sucedido en otras ciudades, a partir de las posibilidades que da el cine digital. Filmar con cámaras digitales o teléfonos; y editar en las computadoras. Quedaron atrás el celuloide y las cintas; lo digital brindó abaratar costos y además acercó la edición. Además no debemos olvidar que Argentina tiene una cantidad de estudiantes de cine que supera la media mundial. Y sin rigor científico, por experiencia y por lo que escuchamos, en San Nicolás la media de cineastas es más alta que en otras ciudades con más cantidad de habitantes, incluso. Pero a mí me gustaría decir que en San Nicolás se da un fenómeno que es una gran cantidad de creadores y creativos en diferentes especialidades del arte. Una de las ventajas del cine nicoleño es entusiasmo de la producción y los actores, que muchas veces son vecinos y amigos. Y lo negativo es la falta de apoyo y promoción; y la falta de tiempo. Nosotros filmamos los fines de semana o en vacaciones o cuando todos tenemos tiempo”.

Un recuerdo: En la entrega del Oscar de 1978, Coppola aprovechó para hacer una advertencia sobre Hollywood que fue recibida con sorna: la prensa lo ridiculizó concluyendo que se había vuelto definitivamente loco por culpa del rodaje de Apocalypse Now. ¿Cuál fue la aberración que Coppola se atrevió a profetizar? «Preparaos, porque la tecnología digital está a punto de cambiar el cine para siempre».

Por Javier Tisera.

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