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Domingo 17 de Agosto de 2025
16 agosto 2025 - 07:55
Se le atribuyen numerosos milagros en su tumba, y miles de personas lo han invocado a lo largo de la historia contra la peste.
San Roque, originario de Montpellier, Francia, se veneraba en Italia y Francia ya en el siglo XV, poco después de su muerte. San Roque, hijo del gobernador de Montepellier, quedó huérfano a la edad de 20 años. Durante una epidemia de peste que se desató en Italia, el santo se dedicó a asistir a los enfermos y logró curar a muchos con solo hacer la señal de la cruz.
Estando en Piacenza, San Roque contrajo la enfermedad. Para no ser una carga para ningún hospital, decidió refugiarse en una caverna a las afueras de la ciudad. Sin embargo, un perro lo alimentó milagrosamente y su amo, al descubrirlo, le brindó cuidados y atención.
Cuando se recuperó, el santo regresó a la ciudad y curó a varias personas y animales. Posteriormente, volvió a Montepellier, donde su tío no lo reconoció y lo hizo arrestar, confundiéndolo con un espía. San Roque permaneció en la cárcel durante cinco años, donde finalmente falleció.
La popularidad del culto a San Roque se extendió rápidamente. Se le atribuyen numerosos milagros en su tumba, y miles de personas lo han invocado a lo largo de la historia contra la peste.