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Jueves 30 de Octubre de 2025
30 octubre 2025 - 06:09
A 42 años del retorno democrático, el pueblo argentino reafirma su compromiso con la memoria, la justicia y la libertad
El 30 de octubre de 1983 quedó grabado en la historia argentina como el día en que, tras más de siete años de dictadura militar, el pueblo volvió a votar en libertad. Aquel domingo, millones de ciudadanos acudieron a las urnas para poner fin a un régimen signado por la censura, la represión y las violaciones a los derechos humanos, y eligieron como presidente a Raúl Alfonsín, candidato de la Unión Cívica Radical.
Este 30 de octubre de 2025 se cumplen 42 años de aquella jornada histórica que marcó el inicio de una nueva etapa de vida democrática, basada en los principios de justicia, verdad y participación ciudadana. La fecha recuerda no solo la recuperación del derecho al voto, sino también el compromiso de una sociedad que, tras años de oscuridad, apostó por la libertad y el estado de derecho.
La llegada de Alfonsín a la presidencia simbolizó la esperanza de reconstruir un país golpeado por el terrorismo de Estado, que dejó un saldo de alrededor de 30.000 desaparecidos, miles de presos políticos, exiliados y víctimas de tortura. Su gobierno impulsó una política de derechos humanos sin precedentes en la región: creó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), que elaboró el informe “Nunca Más”, documento fundamental para juzgar a los responsables de las violaciones cometidas durante la dictadura.
El Juicio a las Juntas, llevado adelante en 1985, fue un punto de inflexión en la historia judicial y política argentina, al sentar por primera vez en el banquillo a los excomandantes de las Fuerzas Armadas. Aquella decisión consolidó la idea de que los crímenes de lesa humanidad no prescriben y deben ser juzgados en el marco de la ley y las instituciones democráticas.
Desde entonces, Argentina ha atravesado etapas de profundas transformaciones económicas, políticas y sociales, pero la democracia se ha mantenido como un valor inquebrantable. La alternancia pacífica en el poder, la expansión de los derechos civiles y políticos, el fortalecimiento de la sociedad civil y la vigencia de la libertad de expresión fueron pilares de un proceso que, con sus luces y sombras, continúa vigente cuatro décadas después.
En el ámbito cultural, el retorno de la democracia significó también la reapertura de los espacios de creación, la recuperación de la prensa libre y el regreso de artistas e intelectuales que habían sido censurados o forzados al exilio. La palabra, el arte y la memoria se convirtieron desde entonces en herramientas esenciales para reconstruir la identidad colectiva y mantener vivo el recuerdo de quienes fueron víctimas del terrorismo de Estado.
A lo largo de estos 42 años, la democracia argentina ha resistido crisis institucionales, sociales y económicas, pero logró consolidar mecanismos de participación y control que hoy forman parte de la vida cotidiana del país. Sin embargo, el aniversario también invita a reflexionar sobre los desafíos actuales: la necesidad de fortalecer la justicia, combatir la corrupción, garantizar la igualdad de oportunidades y profundizar la educación cívica para las nuevas generaciones.
En las escuelas, las instituciones públicas y los organismos de derechos humanos, la fecha se conmemora como un símbolo de memoria colectiva y compromiso con el futuro. Diversos sectores coinciden en que la democracia no es una conquista definitiva, sino una construcción permanente que requiere del esfuerzo y la responsabilidad de toda la sociedad.
La conmemoración no solo evoca el pasado, sino que reafirma la convicción colectiva de que la democracia —con todos sus desafíos y deudas— sigue siendo el único camino posible hacia una sociedad más justa, plural y respetuosa de los derechos humanos.