Porque nada queda oculto
Jueves 25 de Abril de 2024
11 julio 2020 - 11:19
El mundo de los vivos que simulan estar muertos.
La niebla se abalanza sobre las cruces de hierro y madera. Los querubines se meten en las nubes porque viene el frío. El sonido del viento castiga las ramas de los pinos; que producen un silbido constante y estremecedor. La necrópolis, la ciudad de los muertos, está en el zaguán de una noche más. A lo lejos, en la zona de los nichos que esperan el alquiler… los borrachos en el cementerio juegan al mus.
Algunos nichos abiertos esperan a los inquilinos. En la cuarentena, el propietario desalojó a los morosos o a los que estaban del otro lado de la grieta. El hijo del “farmer” (granjero) empezó a mostrar los rasgos de señor cobranza que le inculcaron en el turno mañana del Misericordia.
Caminan tranquilos y con un aire de tilinguería los propietarios de panteones y bóvedas; son los tradicionales que andan en alianza con los nuevos ricos. Son los que pelecharon con la San Nicolás de los servicios y los fertilizantes. Estos ya son propietarios; aprovecharon algunas ofertas de los parientes que no pagaron por olvido o porque se mudaron… o porque un día se los encontraron una noche caminando por las calles del cementerio.
La clase media en los bloques de nichos más cuidados, con foto y con alguna frase cariñosa de los deudos.
Y nosotros, los sectores populares somos de tierra: Nuestro sector es más colorido; quizás menos ordenado, pero más colorido. Los familiares nos traen nuestras camisetas de fútbol, algunos juguetes para los más chicos; y el osario nacional y popular adonde fueron a parar los más desfavorecidos.
Mientras tanto. En la ciudad de los vivos. El Contencioso Administrativo en primera instancia le produce un revés al hijo del “farmer”. Cuenta la leyenda que en los tiempos en que no estaban habilitados los cementerios privados, tiempos de Lalo Di Rocco; la UOM compró un terreno frente al Cementerio para hacer el “Anexo”. Fue plata de los metalúrgicos y ahí, sobre el pucho, se lo dona al Municipio, y en el mismo acto el Municipio se lo cede en concesión.
En el 2019, el Municipio encocorado, le inicia una causa a la UOM, por incumplimiento de construcción de 2000 nichos. La UOM le explicó, en alguna reunión, que los nichos que hay en el Anexo, según proyección, alcanzan para 4 décadas. Pero sin embargo, el Municipio decidió judicializar la discusión. Y recibió la primera cachetada, rechazo de cautelar por parte de la Dra. Fulgueri.
Sentados en el mármol, Chimango González (sindicalista del PC) con algunos concejales y parroquianos, y tomando unos mates empieza a contar:
Por una de las calles laterales andan los zombies que no tienen donde dormir. El Comisario Bonacifa sabe que los zombies son peligrosos… y con el handy llama a la gorra negra (la yuta de la necrópolis) que al igual que a la bonaerense se le escapan las tortugas; se afanan los cadáveres, los bronces o los mármoles como le pasó a la señora Picabea en la Galería 3.
Las convulsiones y los “despiporres” de la ciudad de los vivos; se replican en el cementerio que fue fundado por Don Juan Manuel de Rosas en 1830. Allá en la última calle, está el filósofo popular “Gatito” que grita: ¡Muchachos no se hagan problema… ellos están encerrados como nosotros, pero nosotros sabemos que estamos muertos, ellos no.
La noche cae definitivamente. El sol de la mañana empuja las sombras a sus tumbas. Y afuera, la nueva normalidad, manda.