Porque nada queda oculto
Jueves 27 de Marzo de 2025
5 septiembre 2017 - 20:17
Primer tramo de un viaje por los Andes Centrales.
¿Fue el primer gran engaño?, ¿la primer gran mentira?.
Sangre y lágrimas mojaron la tierra, los extranjeros no tuvieron piedad, no existe la piedad para el saqueador
El gran Inca Atahualpa, el vencedor, había ganado la guerra a Huáscar, su cabeza se veía muy cerca del cielo, era el único gran señor de las cuatro regiones.
Pero un día esa cabeza cayó rodando por la misma plaza donde ayer hubo colores de vida.
¿Habrá sido el sacrificio que necesitaba este nuevo Dios, que hablaba por la Biblia, aunque solamente ellos, los invasores, podían escucharlo?
(Cajamarca, norte de la sierra peruana.
Ciudad históricamente famosa por el encuentro entre el invasor Pizarro y el Inca Atahualpa.
Después de una emboscada, los españoles arrasaron con los nobles y la escasa guardia que llevaba el Inca y Atahualpa fue apresado.
El señor Inca llegó a un acuerdo con los españoles, de llenar una habitación de plata y oro hasta la altura que llegara su brazo. Desde los cuatro rumbos del Tahuantinsuyo (territorio que se formaba con las cuatro regiones de lo que hoy se llama imperio incaico), se transportaron los codiciados tesoros que se necesitaban para liberar al Inca.
El pacto no fue cumplido, los invasores se quedaron con la plata y el oro pero Atahualpa fue degollado. El Imperio que asombraba a este y el otro mundo se desmoronó en poco tiempo).
¿Detrás de la Biblia llegó la espada?
¿Sarmiento se anticipó a Roca?
¿O fue Lanata, o quién, antes que un gendarme se cruce con Santiago?
Prensa Libre me pidió algunas descripciones para las fotos de mi último viaje por los Andes Centrales, mas que descripciones dejo mis impresiones. Próximamente continuaré con más impresiones.
Ricardo Delmas.