Porque nada queda oculto
Viernes 23 de Mayo de 2025
26 septiembre 2017 - 14:00
Sergio Palazzo, secretario general de la Asociación Bancaria, denunció la limitación de la capacidad de préstamo fruto de la descapitalización derivada del proyecto de presupuesto 2018
En la reciente visita de Leopoldo Moreau, en la conferencia de prensa, le recordé que hace 18 años atrás me tocó hacerle una nota por “el abrazo” al Banco Nación. Hay que recordar que aquella acción era originada por la amenaza de la venta de la entidad bancaria. “me parece que hay que volver a la calle”- dijo Moreau “porque en estos momentos está descapitalizando el Banco nación”- sentenció. Le recordé que en una vieja caja guardaba una foto en papel de aquella jornada en la esquina de Belgrano y Sarmiento. Moreau aseguró que “vamos a tener que poner una nueva fecha para darle un abrazo y cuidarlo de los neoliberales que ahora le están apuntando”- dijo antes de marcharse de San Nicolás.
Sergio Palazzo, secretario general de la Asociación Bancaria, denunció la limitación de la capacidad de préstamo fruto de la descapitalización derivada del proyecto de presupuesto 2018. La iniciativa dispone en su artículo 89: “Redúcese en pesos veinte mil millones ($ 20.000.000.000) el capital social del Banco de la Nación Argentina y transfiérase esa suma al Tesoro Nacional. Encomiéndase al Directorio de la mencionada entidad que adopte las medidas necesarias para cumplir con la transferencia ordenada y realizar las adecuaciones societarias pertinentes”.
Los dos artículos del proyecto de Presupuesto 2018 que habilitan la descapitalización del Banco Nación en $ 20 mil millones recibieron en las últimas horas el rechazo del arco opositor tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, lo que hace difícil pensar que el oficialismo pueda avanzar con ese tramo del texto tal como lo envió el Poder Ejecutivo. Además de las críticas que expresaron los trabajadores de la entidad y la Asociación Bancaria, la propuesta fue cuestionada por diputados del Frente Renovador, del bloque Justicialista, del PJ-Frente para la Victoria (PJ-FpV) y también es seguida con preocupación por el presidente del bloque mayoritario del Senado, Miguel Pichetto.
Los puntos en cuestión son el artículo 89 y el 90. El 89 establece una reducción de $ 20.000 millones en el capital social del Nación y dispone su transferencia al Tesoro; mientras que el 90 fija que el Directorio del Banco deberá definir qué porcentaje de sus utilidades líquidas será girado todos los años al Tesoro.
A continuación, algunos datos relevantes a considerar fruto de lo que propone el proyecto de presupuesto:
El patrimonio neto del BNA al 31 de mayo de 2017 (última información disponible en www.bcra.gov.ar) asciende a $ 88.162 millones. La transferencia con destino al Estado nacional implicaría una reducción de casi un cuarto del patrimonio actual de la entidad.
El patrimonio es el capital propio de una entidad financiera, por lo cual no hay restricciones de encajes obligatorios sobre tal concepto. En la práctica y en primer lugar, el proyecto elimina casi un cuarto de la capacidad prestable proveniente del capital propio del BNA. En segundo lugar como consecuencia de la reducción de capital le quita la posibilidad de cobrar intereses en una magnitud de al menos $ 3.800 millones anuales.
Los saldos de los depósitos del sector público se encuentran mayoritariamente en sede de las entidades que son agente financiero de cada Estado, sea este nacional, provincial o municipal. El BNA es el agente financiero del Estado nacional y de otros niveles jurisdiccionales estatales. En consecuencia, el saldo que registra el BNA por tal concepto responde centralmente a las tenencias líquidas de la administración central del Estado nacional. El comportamiento del saldo de los depósitos del sector público no financiero en la entidad muestra una caída abrupta en lo que va de 2017. De marzo a abril los depósitos cayeron 25,7% y de abril a mayo 32,0%.
Tal caída de depósitos provocó una brusca disminución de las disponibilidades, del orden del 37% entre marzo y mayo de 2017.
Nada permite pensar que el Estado nacional mejorará la performance de sus finanzas, razón por la cual podríamos tener un BNA descapitalizado y un déficit fiscal creciente debido centralmente al mayor peso de la atención de la deuda pública.
La transferencia propuesta de $ 20.000 millones hacia la administración nacional constituye una inyección de dinero por única vez, lo cual intenta tapar el incremento del déficit generado por la gestión de gobierno desde el 11 de diciembre de 2015.
El resultado primario del estado nacional, según el proyecto de presupuesto 2018, terminaría en un déficit de $ 409.461 millones para el año 2017, estimando que para el próximo año se reduciría a $ 395.612 millones. Esta reducción de casi $ 14.000 millones estaría explicada por los $ 20.000 millones de descapitalización del Banco Nación.
No habría que descartar que en caso que el Congreso apruebe la iniciativa la situación emergente encuentre como remedio alguna forma de privatización del Banco Nación y a continuación la red de bancos estatales provinciales y estatales que sobrevivieron a la ola privatizadora de los noventa.