Porque nada queda oculto
Viernes 12 de Diciembre de 2025
11 diciembre 2025 - 07:59
Se debe a la incertidumbre productiva del país. Los trabajadores percibirán entre el 75 y el 83% de su salario real
El último martes, directivos de la firma Acindar Villa Constitución (Santa Fe) y representantes de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) cerraron un acuerdo para implementar pagos parciales durante las suspensiones programadas en 2026, una herramienta que ya aplicaron en 2024 y 2025 frente a un escenario industrial que continúa siendo adverso. El entendimiento, rubricado por ambas partes, quedó ahora sujeto a homologación del Ministerio de Trabajo.
Según el documento firmado, las partes se comprometieron a garantizar una “rotación equitativa y proporcional” con el fin de que los trabajadores del gigante siderúrgico —que emplea aproximadamente a 2.500 personas de forma directa— mantengan la mayor actividad posible y eviten una mayor caída en sus ingresos. Las fechas concretas de suspensiones quedarán supeditadas al ritmo productivo de la planta.
El esquema acordado establece que los trabajadores suspendidos percibirán el 83% del salario en enero y febrero, 81% en marzo y abril, 80% entre mayo y julio, 78% en agosto y septiembre, y 75% entre octubre y diciembre de 2026. La empresa y el sindicato definieron este cronograma como una “hoja de ruta” para atenuar los efectos de los “desafíos productivos que depare el año 2026”.
El contexto que llevó a esta negociación viene gestándose desde años anteriores. En 2024, Acindar ya había implementado parates, suspensiones y retiros voluntarios, mientras que en 2025 la compañía sostuvo niveles bajos de producción, con impacto en los trenes laminadores, la reducción directa, la acería y el sector de alambres. Meses antes, en julio de 2025, referentes gremiales de la UOM habían calificado la situación como “desoladora”, señalando la incertidumbre creciente que generaban los parates alternados sobre el personal.
La empresa, parte del Grupo ArcelorMittal, ya había advertido que de las 1.200.000 toneladas de acero procesadas en 2023, en 2024 solo logró producir la mitad, un derrumbe que arrastró consigo toda la cadena de actividad interna y condicionó las decisiones adoptadas para 2025 y ahora para 2026.
El nuevo acuerdo busca, en ese marco, contener el impacto económico sobre los trabajadores y sostener el funcionamiento mínimo de la planta mientras se aguarda por un eventual repunte del mercado siderúrgico.
