Porque nada queda oculto
Sábado 03 de Mayo de 2025
4 noviembre 2017 - 09:33
El 4 de noviembre de 1780 se dio inicio a la mayor rebelión indígena de la América colonial.
La Rebelión de Túpac Amaru II fue el importante levantamiento acontecido entre 1780 y 1782 en el virreinato del Perú, en la región del Cuzco, en reacción a la imposición de las Reformas borbónicas que se extendió luego a todo el sur peruano y el Alto Perú, perteneciente al virreinato del Río de la Plata. Fue iniciada por el curaca José Gabriel Condorcanqui o Túpac Amaru II, quien tuvo como antecedente la rebelión del curaca Tomás Catari, y tras su ajusticiamiento fue secundado por Diego Cristóbal Túpac Amaru, Andrés Túpac Amaru y Julián Apaza o Túpac Catari.
Areche consideró que la rebelión habría sido preparada con más de cinco años de antelación. Según la confesión de Bartolina Sisa, alias La Virreina, mujer de Túpac Catari.
El 4 de noviembre de 1780 durante o después de una fiesta en Tungasuca, donde Túpac Amaru era cacique, este y sus partidarios apresaron a Antonio Arriaga, corregidor de Tinta (lugar de nacimiento de Túpac Amaru), y lo mantuvieron cautivo por seis días hasta finalmente ejecutarlo públicamente. Antes de ejecutar a Arriaga, Túpac Amaru lo convenció de que pidiera a algunos españoles que le llevaran dinero para rescatarlo. Túpac Amaru se movilizó por áreas rurales logrando muchos adeptos, principalmente entre los indígenas y mestizos, pero también de algunos criollos. El 17 de noviembre arribó al pueblo de Sangarará, en donde las autoridades españolas del Cuzco y de las áreas cercanas habían colocado una fuerza de 900 hombres. El ejército de Túpac Amaru, que había crecido hasta varios miles de hombres, los derrotó en la batalla de Sangarará al día siguiente, destruyendo la iglesia local en donde se había refugiado un buen número de personas.
En abril de 1781 Tupac Amaru es apresado y llevado a Cuzco donde fue ejecutado brutalmente, despues de ser obligado a presenciar las torturas y asesinato de su familia y sus aliados.
«Aquí hay sino dos culpables: tú por oprimira mi pueblo, y yo por querer liberarlo«. (José Gabriel Túpac Amaru)