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Jueves 03 de Julio de 2025
25 octubre 2017 - 23:38
Dos jóvenes, uno de San Nicolás fallecieron en una fiesta electrónica en enero de este año en Arroyo Seco. Los imputados por facilitar el tráfico de estupefacientes quedaron libres bajo fianza.
«Mi hija se equivocó y lo pago con su vida, pero aquí hay mucha gente que no se equivocó, que todo lo hizo adrede». Así se refirió Horacio Maldovan sobre la fatídica fiesta electrónica realizada la noche de Año Nuevo en el boliche Punta Stage, de Arroyo Seco, donde murieron su hija Giuliana y el joven Lucas Liveratore por la ingesta de drogas sintéticas. El reclamo de justicia se da en medio de la decisión de la Cámara de Casación Penal de la Nación que ordenó excarcelar a los organizadores de la fiesta imputados por «facilitación de un lugar para la realización de actividades de tráfico de estupefacientes en la modalidad de comercialización y uso».
En la madrugada del 1º de enero pasado se realizó en el boliche Punta Stage, de Arroyo Seco, una fiesta electrónica con la actuación del DJ británico Sasha. Giuliana Maldovan, de 20 años, se descompensó y falleció esa madrugada. En tanto, Lucas Liveratore, de 34 años, de San Nicolás murió esa madrugada en su casa tras haber asistido a la misma fiesta y por las mismas causas.
El juez federal de Rosario Carlos Vera Barros procesó a los organizadores de la fiesta y responsables de la productora Live Art: Alan Van Brook y Gino Piazzese Scaglia, y también a los administradores del boliche: Germán Dalinger y Esteban Gómez. También les dictó la prisión preventiva hace unos seis meses, pero pidieron la excarcelación, recurso que fue rechazado por el magistrado y por la Cámara de Apelaciones. Pero luego Casación sí hizo lugar al plateo de la defensa y ordenó liberarlos. El máximo tribunal penal dijo que la resolución que ordenó la prisión preventiva «no estaba suficientemente fundada», y fijó a los acusados una caución por 50 mil pesos.
También circularon versiones sobre la reapertura del boliche, clausurado desde la fatídica noche. Al respecto, Horacio Maldován, padre de Giuliana, señaló que «sé que hace mucho tiempo están peleando por la reapertura del boliche, se ve que el negocio tiene que seguir andando, acá el negocio está siempre antes que la vida de las personas», ironizó.
«Un arquitecto se presentó sin fundamento ni nada, mandado por la Municipalidad (de Arroyo Seco) seguramente, y habilitó el lugar para 3 mil personas, cuando antes estaba habilitado para 1.850».
Maldován remarcó que «eso de 3 mil personas es según el acta que hicieron cuando terminó la fiesta, pero si mandaron a imprimir 5 mil tickets en la empresa Ticketek habrán entrado muchas más personas. Son cosas que todavía nadie me da respuesta». E insistió: «¿Por qué 3 mil personas? No lo sabe nadie, ni la Municipalidad, ni tampoco quién pidió el permiso para ampliar la cantidad de personas».
En la Justicia federal se tramita la investigación por la comercialización de estupefacientes, mientras que en la provincial deberían dilucidarse las responsabilidades por las irregularidades de todo tipo detectadas en la fiesta.
Al respecto, Maldován se quejó que «por la parte del Juzgado provincial hasta hace dos semanas atrás ya querían archivar la causa. Se quedan con que sola mi hija tomó las pastillas y por eso es responsable. Sí, pero acá hay muchos responsables que prepararon todo para que esto suceda».
Al respecto señaló que «no hubo ningún tipo de controles, ni de parte de la policía ni de parte de los organizadores, que no controlaron nada con la seguridad privada, la gente entraba sin que los ticket se corten, nadie revisaba nada».
«Nadie quiere investigar por qué se hizo una fiesta electrónica en una localidad donde están prohibidas por ordenanza», insistió. Y por eso apuntó en «primer término la Municipalidad de Arroyo Seco, y los inspectores que tienen poder de policía. Ellos hicieron su negocio, a mí no me lo pueden sacar de la cabeza. Y se venían repitiendo las fiestas electrónicas, esta fue la mas grande pero cuántas hubo antes de esta fatídica para mi hija y para Lucas, el chico de San Nicolás».
«Vuelvo a repetir, mi hija se equivocó y lo pagó con su vida, pero aquí hay mucha gente que no se equivocó, que lo hizo adrede. Todo se armó para que esto suceda. He leído y he hablado con gente que estuvo allí, que fue testigo y yo te puedo asegurar que fue un desmadre», indicó.
Van Brook y Piazzese Scaglia fueron liberados el miércoles 18 de octubre después de pagar la fianza, mientras que Dalinger y Gómez salieron el viernes por una cuestión de «igualdad ante la ley». Ruiz planteó que «desde el 3 de enero se pusieron a aportar toda la prueba necesaria, ellos eran productores artísticos, la Justicia federal tiene elementos de que ellos pagaron los 15 adicionales que les pidió la policía, aunque después solo fueron tres».