Porque nada queda oculto
Miercoles 31 de Diciembre de 2025
30 diciembre 2025 - 20:27
Para entenderlo fácil: Argentina tiene que pagar una cuenta de u$s 4.200 millones el 9 de enero. Es como si a una familia se le venciera la cuota más alta del año de un préstamo y no tuviera todo el efectivo en la mano.
¿De dónde va a salir la plata?
Esa es la gran duda que hoy tiene nerviosos a los mercados. El Gobierno dice que tiene una parte guardada y que el resto lo va a pedir prestado a bancos internacionales (lo que llaman un acuerdo «REPO»). Pero, hasta que la plata no esté depositada, el fantasma de lo que pasó en 2018 —cuando el plan económico de aquel entonces se quedó sin crédito y todo terminó en una crisis— vuelve a aparecer en las conversaciones de los economistas.
El mundo no está regalando nada
Muchos esperaban que la llegada de Donald Trump al poder en EE. UU. significara una lluvia de dólares para Argentina. Sin embargo, la prioridad de Trump hoy no es invertir dinero aquí, sino «limpiar» la zona del Caribe con su Armada y enfocarse en sus propios intereses.
Por otro lado, Europa, con quien venimos negociando un acuerdo comercial desde hace 25 años, está en otra frecuencia. Los países europeos están más preocupados por fabricar armas y defenderse de Rusia que por comprar productos sudamericanos. Esto nos deja en una posición solitaria: no tenemos el auxilio financiero que se prometió y el comercio mundial está cada vez más cerrado.
¿En qué nos afecta esto a pie de calle?
Si el Gobierno no logra pagar esa deuda de enero o no consigue que alguien le preste, los «dólares del colchón» (los ahorros de la gente) no van a salir a la luz por miedo. Esto genera desconfianza, lo que suele terminar en que los precios suban y que a la gente le cueste más pagar sus propias deudas con los bancos.
En resumen: estamos en una carrera contra el reloj. Enero definirá si el plan económico logra saltar este obstáculo o si volvemos a tropezar con la misma piedra de las crisis de deuda del pasado.
