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Martes 25 de Noviembre de 2025
24 noviembre 2025 - 12:22
Muestras recogidas en el Centro y barrio Savedra arrojaron entre 25 y más de 41 ppb en el agua de red, valores que aumentan la posibilidad de desarrollar cuadros de HACRE.
La detección de niveles elevados de arsénico en el agua potable volvió a generar preocupación en distintos municipios de la provincia de Buenos Aires, tras la difusión de un informe del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) que expuso valores muy superiores a los permitidos por el Código Alimentario Argentino. El estudio, elaborado desde hace más de catorce años, mostró que la problemática afecta tanto a distritos del interior como a localidades del conurbano, impulsando reclamos políticos, pedidos de informes y nuevas iniciativas legislativas. San Nicolás se encuentra en la nómina de las ciudades afectadas.
Según el relevamiento del ITBA, quince municipios bonaerenses superan los 50 microgramos por litro (ppb), límite establecido por la normativa nacional. En Guaminí, las mediciones alcanzaron los 295 ppb, cifra que representa casi seis veces el máximo permitido. En 9 de Julio y el Partido de la Costa, los valores triplican el umbral legal. Entre los distritos categorizados con “semáforo rojo” aparecen Chivilcoy, Mercedes, Escobar, General Rodríguez, Cañuelas, Monte, Roque Pérez, Azul, Villarino, Almirante Brown, Ezeiza y San Vicente.
Además, una veintena de municipios se ubican por encima de los 10 ppb recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En ese grupo figuran San Nicolás, General Pueyrredón (Mar del Plata), Villa Gesell, Tres Arroyos, Olavarría, Junín, San Pedro, Bolívar, Baradero, Salliqueló, La Plata y otras localidades.
Un grupo de investigadores del CONICET avanzó en el desarrollo de una técnica de bajo costo que emplea carbón vegetal tratado para reducir más del 50% de arsénico y nitratos en comunidades vulnerables. Este método podría convertirse en una alternativa accesible para zonas rurales y para localidades que no cuentan con plantas de tratamiento eficientes.
La exposición prolongada a altos niveles de arsénico está asociada a múltiples riesgos sanitarios. Entre los efectos más frecuentes se encuentran el Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE), distintos tipos de cáncer, lesiones en la piel, afecciones cardiovasculares y diabetes. La provincia de Buenos Aires continúa siendo una de las más afectadas del país por esta problemática.
Ante este escenario, la diputada de Unión y Libertad Sabrina Sabat impulsó un proyecto de ley para crear un Mapa Interactivo de Arsénico en el Agua, de acceso libre y en tiempo real. La propuesta prevé centralizar información provista por organismos estatales y universidades, además de registrar otros contaminantes relevantes. “Buscamos prevenir, transparentar y empoderar a los ciudadanos frente a una problemática de salud pública”, señaló Sabat.
El mapa elaborado por el ITBA puede consultarse en: https://mapa-de-arsenico.web.app/
En nuestro país la contaminación del agua con arsénico es un problema, así lo indica – entre otros – un informe publicado por el Hospital Universitario Austral (HUA). Diversas ciudades bonaerenses registran altos niveles de este elemento químico sumamente nocivo para la salud, sobre todo cuando la ingesta por agua contaminada es prolongada.
“El vector más importante para la transmisión de enfermedades derivadas del arsénico es el agua contaminada de suelos ricos en este elemento por depósito natural, aunque también generan contaminación actividades como la minería”, comentó la Dra. María Marcela Raggio, médica pediatra especialista en nutrición y diabetes del HUA.
“Debido a que el consumo de agua contaminada es imperceptible, los síntomas pueden darse en niños aunque son mucho más frecuentes en adultos porque el impacto y los efectos del consumo de arsénico se ve a largo plazo”, sumó la especialista, quien comentó que el Código Alimentario Argentino establece el límite superior de valor tolerable de arsénico en 0,01 mg/l para el agua potable.
Entre las patologías que pueden desarrollarse como consecuencia de la ingesta de arsénico se encuentra el Hidroarsenicismo crónico regional endémico (HACRE). De hecho, Argentina es uno de los países afectados por esta enfermedad descripta en 1913 en Rosario por del Dr. Mario Goyeneche, ya que el arsénico es el principal contaminante del agua en la Argentina.
Ocurre que las napas de los suelos de las provincias centrales poseen arsénico debido a diferentes movimientos geológicos y a la actividad volcánica de hace millones de años que hizo que el arsénico se depositara en las napas y los pozos de extracción de agua.
“Los síntomas del HACRE consisten en hiperqueratosis en palmo-plantar y otras lesiones dérmicas, síntomas digestivos y neurológicos como polineuropatía periférica. Además, también puede provocar carcinomas cutáneos múltiples en áreas no expuestas a la luz solar y otros carcinomas”, especificó la Dra. Raggio.
Entre las provincias expuestas al HACRE se encuentran Salta, Jujuy, Tucumán, La Rioja, Catamarca, San Juan, Chaco, Santiago del Estero, San Luis, Mendoza, Córdoba, Santa Fe, La Pampa, Río Negro, Neuquén y Buenos Aires.
Se sabe que los habitantes de estos lugares padecen enfermedades cardiovasculares, hepáticas, cutáneas, respiratorias, digestivas y urinarias con más frecuencia que otras poblaciones del país no afectadas por el HACRE. Es decir que son más vulnerables a ciertos tipos de enfermedades, algunas de ellas muy graves, como el cáncer.
“Además, la contaminación por arsénico favorece el desarrollo de otras enfermedades como hipertensión arterial y diabetes”, completó Marcela Raggio.