La Justicia nicoleña decide si el Bingo Ramallo se traslada o no

16 octubre 2025 - 05:55

La idea empresarial es trasladarlo a Escobar, aunque un sector de la sociedad se resiste a ello

La Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo de San Nicolás se prepara para resolver uno de los casos urbanísticos y judiciales más controversiales de los últimos meses: la disputa por la ordenanza municipal que habilita la construcción de un bingo en Ingeniero Maschwitz, partido de Escobar, es decir, el traslado del Bingo Ramallo a eso municipio.

La medida cautelar que mantiene suspendida la Ordenanza N° 6.350/2024, aprobada por el Concejo Deliberante de Maschwitz, será revisada por el tribunal presidido por Damián Nicolás Cebey e integrado por Marcelo José Schreginger como vicepresidente. Los jueces deberán definir si mantienen el freno o permiten que el emprendimiento avance, en medio de una fuerte disputa entre el intendente Ariel Sujarchuk, sectores empresariales del juego —entre ellos el empresario Daniel Angelici— y los vecinos que rechazan el proyecto por su impacto ambiental y social.

La norma en discusión “aprueba la localización y el desarrollo” de un complejo comercial y recreativo que incluye una sala de bingo en un sector de Maschwitz. Sin embargo, los cuestionamientos giran en torno a si dicho desarrollo puede avanzar sin haber cumplido previamente con los controles de legalidad y de impacto ambiental que exige la legislación provincial.

Desde el municipio y los empresarios promotores del proyecto, se argumenta que el emprendimiento impulsará la economía local, generando nuevas fuentes de trabajo y fomentando la inversión privada. En contraste, los vecinos y organizaciones civiles sostienen que el cambio de uso del suelo carece de sustento técnico y que el lugar elegido —rodeado por escuelas y un centro de atención a las adicciones— resulta inadecuado para una actividad de estas características.

Entre las voces vecinales más activas, Javier Coqui, presidente de la Asociación Ruta 26, celebró la cautelar dictada por la jueza Mónica Ayerbe, quien resolvió suspender la ordenanza mientras se analizan los riesgos urbanísticos y ambientales. “El fallo de la jueza Ayerbe fue contundente: sin hecho nuevo, sin master plan válido y sin los controles urbanísticos y ambientales que exige la ley, no se puede avanzar”, sostuvo Coqui. Y agregó: “Confiamos en que los jueces Cebey y Schreginger confirmen la cautelar y marquen que, una vez más, la Justicia está del lado de los vecinos y no del poder político-empresario”.

En la apelación, el Municipio de Escobar cuestionó la resolución de primera instancia, al considerar que el juzgado “exigió controles indebidos en esta etapa”. Argumentó además que no existe todavía un proyecto ejecutivo ni un acto aplicativo que amerite solicitar convalidaciones o estudios ambientales, y que el artículo 102 de la normativa provincial habilita “autorizaciones excepcionales para casos particularizados”, no aplicables en este punto del proceso.

La decisión de la Cámara podría tomar distintos caminos: confirmar la medida cautelar y mantener el freno hasta que se completen los controles exigidos; revocarla total o parcialmente, permitiendo la ejecución del proyecto bajo determinadas condiciones; o incluso reenviar la causa al juzgado de origen con instrucciones específicas, como la realización de pericias, audiencias públicas o informes técnicos provinciales.

Más allá del resultado, la resolución del tribunal trascenderá el caso puntual del bingo de Maschwitz. Para observadores judiciales y especialistas en gestión urbana, el fallo marcará un precedente clave sobre cómo deben abordarse en la provincia de Buenos Aires los grandes cambios de uso del suelo con impacto ambiental, especialmente cuando se enfrentan intereses políticos y empresariales con el reclamo de control judicial y participación vecinal.

Y mientras tanto, los empleados del Bingo Ramallo que sobrevivieron al ajuste de personal, observan atentamente qué ocurrirá.