Porque nada queda oculto
Lunes 06 de Octubre de 2025
6 octubre 2025 - 06:01
En este2025, hicieron un llamado global a enfrentar las crisis urbanas con sostenibilidad e inclusión
Cada primer lunes de octubre, el mundo conmemora el Día Mundial del Hábitat, una jornada impulsada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde 1985 con el propósito de reflexionar sobre el desarrollo urbano y promover el derecho universal a una vivienda digna y adecuada.
La fecha, establecida hace cuatro décadas, surgió ante un fenómeno que marcó un cambio estructural en la sociedad moderna: el éxodo rural. Desde la década del 80, millones de personas han abandonado las zonas agrícolas para asentarse en las ciudades, en busca de mejores oportunidades laborales y una mejor calidad de vida.
Sin embargo, ese desplazamiento masivo también trajo consigo desafíos sociales y ambientales de gran magnitud. Se estima que, para 2030, alrededor del 60% de la población mundial vivirá en áreas urbanas, muchas veces en condiciones precarias y sin acceso adecuado a servicios básicos. De no mediar una planificación responsable, advierte la ONU, esta tendencia podría traducirse en mayores niveles de pobreza, desempleo, contaminación, inseguridad y enfermedades.
“Respuestas a las crisis urbanas”: el eje de 2025
El lema elegido para este año, “Respuestas a las crisis urbanas”, busca poner el foco en uno de los mayores retos contemporáneos: cómo gestionar el crecimiento acelerado de las ciudades frente a los conflictos, la inestabilidad económica y el cambio climático.
Según datos del organismo internacional, más de 122 millones de personas han sido desplazadas en el mundo por guerras, crisis económicas o desastres ambientales, y más del 60% de ellas se refugia en entornos urbanos, lo que presiona aún más la capacidad de respuesta de los gobiernos locales.
El desafío, plantea la ONU, consiste en convertir esta crisis en una oportunidad para repensar el modelo urbano actual. El enfoque propuesto se basa en tres pilares:
El Día Mundial del Hábitat 2025 invita así a gobiernos, instituciones y ciudadanos a reflexionar sobre el futuro de las ciudades y a trabajar colectivamente por urbes que sean más seguras, resilientes y humanas, donde el desarrollo no deje a nadie atrás.