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Martes 30 de Septiembre de 2025
28 septiembre 2025 - 09:49
Dijo en la Feria Internacional del Turismo que ambas son necesarias para dinamizar la economía
El presidente Javier Milei retomó la agenda política tras su regreso de Estados Unidos con un mensaje enfocado en dos iniciativas clave: la reforma laboral y la reforma fiscal. El mandatario sostuvo que ambas son necesarias para dinamizar la economía y se mostró enfático al rechazar la posibilidad de una nueva devaluación, luego de que el paquete de ayuda financiera anunciado por el gobierno de Donald Trump lograra contener la suba del dólar por algunas horas.
El jefe de Estado encabezó el acto de apertura de la Feria Internacional del Turismo (FIT) 2025, realizado en La Rural, acompañado por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y miembros de su Gabinete, entre ellos la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el ministro del Interior, Lisandro Catalán; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; y el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli.
En su discurso, Milei vinculó la situación del turismo con el escenario económico general. “Tenemos que reformar el mercado de trabajo para que contratar sea más accesible para los distintos emprendimientos. Es necesario también sacarnos de encima el flagelo de la industria del juicio, que lleva negocios a la quiebra para beneficiar a unos pocos vivos. Y necesitamos una reforma fiscal para bajar impuestos, haciendo que cada vez más emprendimientos sean rentables”, afirmó.
El Presidente también responsabilizó a la oposición por la inestabilidad financiera de la última semana, al señalar que busca “volver a un sendero de imprevisibilidad macroeconómica”. Como ejemplo, mencionó que esa incertidumbre “impide que el sector [turístico] invierta, crezca y aprenda qué funciona y qué no funciona. Sin este aprendizaje, el turismo queda preso de una necesidad constante de subsidios para sostener lo que no funciona”, dijo en alusión al programa PreViaje implementado durante la gestión de Alberto Fernández.
El mandatario adelantó que, tras el recambio legislativo de diciembre —cuando La Libertad Avanza espera sumar bancas en el Congreso—, el oficialismo insistirá en impulsar estas reformas. “Nuestro gobierno tiene todo muy claro, por eso hicimos el reordenamiento macroeconómico que hicimos. Queremos que el país sea competitivo. También tenemos claro que la solución no es volver al catastrófico sendero de las devaluaciones recurrentes, tampoco inflar artificialmente la demanda emitiendo pesos a mansalva o imponiendo regulaciones que fuercen a la gente a vacacionar en el país”, expresó.
El contexto político y económico en que se dieron estas declaraciones estuvo marcado por la volatilidad posterior a las elecciones legislativas bonaerenses del 7 de septiembre, en las que el oficialismo sufrió un revés parlamentario con el rechazo a los vetos en materia de emergencia pediátrica y financiamiento universitario. Frente a esa situación, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, manifestó públicamente su respaldo a la Argentina y confirmó negociaciones por un swap de US$20.000 millones.
En paralelo, el Gobierno argentino anunció la eliminación de las retenciones a los granos y la carne vacuna como medida para fortalecer las reservas del Banco Central. En apenas tres días, la iniciativa permitió el ingreso de US$7000 millones. Sin embargo, los derechos de exportación a los granos volvieron a aplicarse, mientras que la exención se mantendrá para la carne hasta el 31 de octubre. Esta situación también le abrió un nuevo frente de batalla con los productores, que no legaron a enterarse de la medida cuando los gigantes de la exportación ya la habían aprovechado y agotado.
Este conjunto de decisiones generó una calma en los mercados: el dólar retornó al valor previo a los comicios en la Provincia, mientras que los bonos y acciones argentinas mostraron una recuperación, según indicaron analistas del sector financiero.