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Por la crisis, 70 trabajadores suspendidos

5 septiembre 2019 - 08:58

Operarios petroleros de la ciudad, podrían perder sus puestos de trabajo debido a la situación que atraviesa la industria del Biodiesel

El combo es explosivo, mega devaluación y congelamiento de precios en los combustibles. Las empresas petroleras no están dispuestas a perder y, por ende, el hilo se corta por lo más delgado, los trabajadores.

En el cordón industrial de Ramallo, parque Comirsa, están radicadas las firmas de biodiesel Biobin S.A , Biobahía S.A, Biobal SA, Biocorba S.A y Refinar Bio S.A, allí hay al menos 70 trabajadores, en su mayoría nicoleños, que corren peligro de quedar desocupados y que ya se encuentran suspendidos.

Desde el Sindicato de Petroleros de Campana, en dónde están nucleados los operarios, expresan que la situación es crítica.

Durante los últimos días del mes de agosto, la Federación Argentina del Petróleo, Gas y Biocombustibles, solicitó una audiencia con carácter de urgente ante la Secretaría de Producción y Trabajo de la Nación, para poder encontrar una solución ante la crítica situación que atraviesan los operarios en el parque industrial Comirsa.

Una audiencia realizada el martes último en el ex Ministerio de Trabajo de la ciudad de Campana, fue parte del comienzo para negociar la re-incorporación de los 70 operarios suspendidos en Comirsa. En caso de que el gremio no logre recomponer esas fuentes de trabajo, ya se habla de un posible paro nacional de refinerías, lo que implicaría serios perjuicios.

Contexto:

Esta situación se da en medio de la insoportable crisis industrial que atraviesa el país, debido a la constante variable cambiaria y, en este caso, el escaso consumo interno. Recordemos que el biodiesel, abastece el mercado interno, por lo que las refinerías se ven seriamente afectadas, provocando incertidumbre y suspensiones en Bahía Blanca, Junín y Ramallo. En principio, el cese preventivo de los trabajadores será hasta el próximo 31 de octubre.

Desde el sindicato de Petróleo, Gas y Biocombustibles, aducen “las fórmulas que contemplan el valor del biodiesel que debían pagar las petroleras no se actualizan a la forma en la que las empresas pretenden y repercuten en los trabajadores”.

La situación se agrava en el caso de las fábricas que abastecen el mercado interno, desde que el Gobierno Nacional extendiera el congelamiento de precios de las naftas a los biocombustibles.

Distinto es el caso del puerto Rosario, por ejemplo, allí la mayoría de las industrias se abocan a la exportación, por lo que, muy de apoco, a pesar del blindaje existente en la mayoría de los países, vuelven a recuperar mercado

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