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La cuestión es recaudar.

4 diciembre 2020 - 20:56

Continúan las acusaciones por el mal manejo, que rosaría el delito, en la Comisaría Segunda de San Nicolás.

La señora Natalia Rojas, jefa policial a cargo de la Comisaría Segunda, vuelve a ser noticia. En esta oportunidad por una denuncia que si bien data de un año atrás, recién ahora se conoce. Un subalterno que estuvo bajo su mando cuando fue jefa de la Estación Comunal Segunda de Villa Ramallo, la denunció el pasado 23 de diciembre de 2019 por “Incumplimiento de los deberes de funcionario público”, causa que tramita en la UFI Nº 6 a cargo del Dr. Darío Giagnorio.



A Rojas, en esta oportunidad, la acusan de llevar adelante una práctica que es bastante común en la institución policial, beneficiar particularmente a algunos subalternos con horas CORE (extras policiales) más que a otros. De aquí surge la duda ¿Será que las extras se las otorgan al personal más idóneo o se reparten por amiguismo o conveniencia monetaria para quién debe distribuirlas?

La Comisaría Segunda San Nicolás.

En base a las constantes quejas que se reciben de la comisario Natalia Rojas, Prensa Libre SN recopiló los mensajes de diferentes personas que escriben a este medio para denunciar el supuesto accionar de la funcionaria pública.

En primer lugar hablaremos del presunto manejo del servicio polad (Policial Adicional). El Polad es cuando un privado, por ejemplo un supermercado, contrata a un policía para que haga de custodia en su comercio. Este efectivo debe acudir a realizar ese trabajo fuera del servicio ordinario y de las horas extras (cores).



A este medio llegaron denuncias afirmando que Rojas enviaría personal que está dentro de su horario de trabajo ordinario, tanto de San Nicolás como de ciudades aledañas (Ramallo), a cubrir adicionales en el Procrear, la Central Térmica, Shell, YPF e Híper Gas; Autódromo, la Expo Agro, etc. De ser esto cierto, la Comisario nos estaría privando a todos los nicoleños del servicio policial que nos brinda el Estado, y esto solo para guardar en su bolsillo el dinero que paga el privado y que ella cubriría con personal ya pagado por la provincia.



Las denuncias no terminan y como si lo mencionado fuera poco, afirman que habría varios patrulleros averiados por los cuales se estaría recibiendo el dinero para el combustible. Cada móvil policial tiene asignada una tarjeta de débito a través de la cual la provincia envía el dinero para ser administrado por las dependencias policiales. Estando los móviles sin funcionar, afirman, habría estaciones de servicio que a cambio de un porcentaje en vez de cargar combustible, entregan el efectivo.

Estas son algunas de las prácticas delictivas que se estarían cometiendo en la órbita de la Comisaría Segunda de San Nicolás, según las denuncias que llegan a nuestra redacción. Todo esto estaría siendo supervisado y llevado a cabo por el Gabinete de Prevención (Servicio de calle) de la seccional mencionada. Los delitos enumerados se estarían cometiendo, insistimos, según nuestras fuentes, con el completo conocimiento, consentimiento y directiva del Superintendente con asiento en la Departamental de Policía de Seguridad ubicada en la equina de las calles Rocca y Garibaldi.



La gravedad de las afirmaciones podría ser mucho mayor si la Justicia investigara lo mencionado en tiempo real y recogiera los distintos libros de la seccional policial.

Prensa Libre SN consultó a sus fuentes acerca del porqué no se denunció todo esto en la sede penal y la respuesta fue “¿Para qué? Si cae en saco roto”.


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